Combinan el análisis de cráneos fósiles, datos de secuencias de genomas antiguos e imágenes cerebrales para ver cómo evolucionó nuestro cerebro. Los cráneos humanos modernos tienen una forma globular (redonda) única. Nuestros primos más cercanos, los neandertales, tenían una forma más alargada, típica de la mayoría de los primates. Se sospecha que esta sorprendente diferencia de forma refleja cambios evolutivos en los tamaños relativos de las estructuras del cerebro humano, tal vez incluso en las formas en que las áreas clave del...
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